Desaparecido

En un entorno sórdido y hostil, cuál pesadilla, un niño camina, riega algo que parece agua, pero que es gasolina, sobre lo que parece un desierto, pero es una fosa llena de cuerpos, cuerpos muertos y anónimos de los que sobre sale uno que vive, que parece hacer dudar al niño, pero éste sigue con su labor, dentro y fuera de la fosa dónde está su superior que le da una antorcha para terminar su consigna. Todo lo ve otro menor desde una malla a lado de una avenida principal y transitada de una ciudad “desarrollada” de México, hasta que se lo lleva su madre y pasan juntos junto a la hoja que nombra al anónimo niño, Desaparecido.